Nos encontramos en consulta muchos padres y madres agotados con sus trabajos, su día a día y con los problemas de conducta de sus hijos, que en muchas ocasiones acaban afectando a su relación de pareja y a la vida familiar.
A veces queremos creer que las conductas remitirán solas con la edad, pero la realidad nos dice que si no se tratan a tiempo pueden desencadenar en la adolescencia en un trastorno oposicionista desafiante (TOD), u otros trastornos de conducta que en esa edad resulta mucho más complejo de abordar. Os proponemos una técnica que bien aplicada resulta de gran ayuda: La economía de fichas. Es una técnica muy eficaz para tratar el trastorno por TDAH y trastornos de conducta en general en niños. Se basa en aplicar el reforzamiento positivo o la retirada de privilegios ligados a las conductas. A través de esta técnica podemos potenciar la realización de conductas deseables y extinguir aquellas que queremos que desaparezcan, por ejemplo, la realización de tareas escolares o domésticas, disminuir las riñas entre hermanos, mejorar los hábitos de higiene y autonomía personal, etc. PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN Podemos hablar de dos momentos clave en la aplicación del programa. 1.- Fase de inicio.
Identificar las conductas objetivo, a reforzar o a extinguir.
Establecer los refuerzos reales, que se van a canjear por las fichas, gomets o lo que hayamos elegido como reforzador simbólico.
La elección del refuerzo canjeable ha de ser lo más atractivo posible para el niño y adaptado a la edad. Con niños más pequeños funcionan los gomets de colores y con más mayores tabla de puntos o vales.
Especificar el procedimiento:
qué conductas positivas queremos conseguir y establecer cuantas tiene que efectuar el niño para canjear las fichas por el reforzador. Si el niño es pequeño deberán ser muy pocas para que funciones, si son más mayores podrá pedirse un mayor número de conductas para que se realice el cambio.
Especificar qué conducta queremos extinguir y las consecuencias que se va a aplicar si esa conducta aparece. Se podrá establecer un refuerzo positivo extra si esa conducta no aparece en toda la semana, o el periodo de tiempo que estipulemos.
Debe haber una tabla de seguimiento donde se anoten los progresos para que en todo momento el niño sea consciente de su evolución de modo visual. La tabla se adaptará a la edad del niño.
2.- Fase de retirada. Una vez hayamos conseguido que las conductas deseadas formen parte de los patrones habituales de comportamiento del niño, hay que retirarlo de forma gradual. El cambio se le explicará al niño con mucha claridad para que no lo rechace. Explicarle que lo está haciendo muy bien y que se está haciendo mayor y los mayores van superando fases igual que en los videos juegos ocurre también en la vida. Eso significa que se está superando cada día y es un motivo de orgullo. ERRORES FRECUENTES.
No dejar claro desde el inicio cuáles son las conductas que debe realizar y cuáles van a ser los refuerzos. El procedimiento debe estar bien definido.
No comprobar si el niño ha entendido el procedimiento. Es importante pedirle al niño que nos lo repita una vez se lo hayamos explicado.
Poner en marcha el programa aún cuando el niño no está de acuerdo. Hay que conseguir un acuerdo con él, para que se implique y lo sienta como algo suyo, no como algo impuesto.
Establecer los objetivos sin tener en cuenta la edad del niño y lo marcado de la sintomatología. No debemos establecer en un inicio objetivos muy a largo plazo y que requieran gran número de fichas. Es mejor empezar poniéndoselo fácil, para que consigan logros y poco a poco ir haciéndolo más exigente.
El coste de respuesta (retirada de un reforzador que ya tenga) debe ir acompañado de algún reforzador positivo para mejorar la eficacia. En ocasiones es complicado buscar estos refuerzos en niños que tienen ya de casi todo. Se puede recurrir a refuerzos del tipo hacer planes en familia o con amigos. Ir al parque de atracciones, parque acuáticos, ir al cine, a comer una hamburguesa, a jugar a los bolos, cualquier actividad especialmente atractiva y que no sea habitual.
El refuerzo retirado no debe ser fácilmente sustituible. Por ejemplo reducimos la paga, pero la familia le da dinero por otro lado.
A veces no se registra la consecución de las fichas de inmediato, eso le resta eficacia y fuerza a la técnica. Debe ser registrado lo más cerca posible a la emisión de la conducta deseada, sobre todo al inicio y si son pequeños.
Aplicar un buen programa de economía de fichas pasa por elaborarlo bien, que el niño lo entienda y que los padres sean eficaces a la hora de aplicarlo. Si ves que la situación con tu hijo te desborda, no dejes avanzar el problema, actúa cuanto antes. Ponte en manos de profesionales de la conducta. Desde eidem te animamos a no tirar la toalla, es el momento de luchar, cuando aún son pequeños las conductas son mucho más fácilmente modificables.