“Cada vez nos entendemos menos”….esta frase puede ser frecuente escucharla en personas que están pasando por una crisis de pareja y donde parece que hablar se hace difícil. Parecemos no entendernos ni saber transmitir lo que queremos sin ponerle nuestra carga emocional, a veces negativa.
Con el paso del tiempo las personas que viven en pareja ya no tienen tantas ganas de agradar al otro y empezamos a desmitificarle y a verle de forma más real. Eso no significa que estemos dejando de querer o valorar a la pareja sino que simplemente pasó la etapa del enamoramiento. Ahora tenemos por delante otra etapa donde nos tocará conocer al otro y plantearnos si queremos aceptarla tal y como es, aunque algunas “de sus cosas” no nos gusten.
Este es el difícil reto de la convivencia.
Muchas parejas pueden entrar en crisis y no subsistir cuando llegamos a este momento.
Os vamos a ofrecer unas pautas sencillas para aquellos y aquellas que por el contrario preferís vivir el reto de aceptar al otro tal y como es y mejorar nuestro nivel de satisfacción en nuestra convivencia de pareja
1. Establece límites claros desde el principio en lo relacionado a temas de respeto, autonomía personal, hogar, conciliación, responsabilidades,…..cada miembro de la pareja debería tener claro qué puede tolerar pero dónde está su límite en cuanto a temas que considere fundamentales para la convicencia.
2. Tomaros al menos 10 minutos al día para hablar. La comunicación es el pilar de cualquier relación humana. Aunque parezca de perogrullo en el día a día las personas muchas veces no se comunican y es importante proponerse el hacer este tipo de ejercicios.
3. Si quieres saber algo, o crees que existe un contenido oculto o un doble mensaje en sus palabras, PREGUNTA, pide aclaraciones, ante una duda no interpretes. La comunicación está llena de malas interpretaciones. Así aprenderemos a no guardar rencor y mejoraremos la comunicación.
4. Ponte en su lugar. Sé empático con él/ella. En muchas ocasiones solo nos miramos a nosotros mismos y nos cuesta entender porqué la otra parte actúa o se comporta de determinada manera. Cuando una persona se siente comprendido eso facilita la cercanía con el otro.
5. No puedes esperar que el otro cubra tus necesidades. Nadie somos adivinos por mucho que creamos conocer al otro y no debemos volcarle la obligación de saber lo que quiero y pensar que el otro debe cubrirlo. Las parejas se frustran porque muchas veces esperan cosas que no pasan. Para ser feliz con otra persona primero debes ser feliz contigo mismo. Si tu felicidad depende de otra persona nunca conseguirás sentirte realizado ni feliz.
6. Tened tiempo de ocio en común y de calidad, que sirva para compartir y disfrutar juntos con todo aquello que guste a los dos.
7. Mantén un tiempo de independencia y dáselo a tu pareja. Es importante que cada miembro de la pareja también posea un tiempo propio de esparcimiento, ya que de este modo nos atendemos a nosotros mismo, y nuestra felicidad no solo dependerá del otro.
8. Acepta las partes del otro que no te gustan y no intentes que cambie. No podemos pretender cambiar a las personas sino cambiar nosotros. Si una persona cambia no por iniciativa propia sino por deseo de la otra parte este cambio no es real. Esta situación supondrá la insatisfacción de ambos en la relación. En los momentos de dudas o de pasar por un bache, intenta recordar qué fue lo que te enamoró y díselo; esto fortalecerá vuestra unión.
10. Acepta que “ceder no es perder”. Acepta que la relación no es un ganar o perder sino muchas veces el llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes. Hay ocasiones en las que primarán los deseos propios y otras en que primarán los de nuestro compañero, una relación es un intercambio, no una competición.
En Eidem pensamos en ti y en tu bienestar….si no estás satisfecho/a con tu relación de pareja piensa que siempre puedes hacer cosas para cambiar. Podemos ayudarte.