Ya tenemos cerca las vacaciones de verano, un periodo en el que todo cambia y se relaja, nosotros, nuestros hijos, horarios, rutinas, actividades. Pero cuidado, si no gestionamos bien esa relajación se nos puede ir de las manos y puede llegar el mes de agosto y descubrir que deseamos volver al trabajo para que nuestros hijos vayan al colegio y vuelva la paz a casa.
¿Qué significa esto? ¿Debemos mantener la rigidez de horarios durante el verano? Claramente no, las personas necesitamos cambiar, desconectar y relajarnos, pero no vale todo, debe hacerse dentro de unos límites que no nos lleven al caos.
Consejos:
- En vacaciones debe seguir habiendo normas y límites, los fundamentales se deben mantener. Orden con los juguetes, recoger la habitación, higiene, respeto, eso no es estacional.
- Respetar los horarios de comida y sueño, se pueden modificar, pero intentad crear cierta rutina en verano.
- A veces por una cuestión de conciliación es preciso apuntar a los niños a algún taller o campamento. Muchas veces en ese afán porque nuestros hijos aprovechen el tiempo, nos decantamos por campamentos bilingües donde siguen reforzando el inglés, las matemáticas, lengua, etc, al modo académico. Nuestros hijos también necesitan desconectar de eso. Aprovechemos el tiempo para estimular su parte creativa, con talleres que cubran sus intereses y motivaciones, talleres de cocina, ciencia, naturaleza, que participen de la elección. A fin de cuentas, todo contribuye a su formación.
- Pueden cambiar ciertas responsabilidades, pero debe haberlas. Si tu hijo colabora con tareas de la casa debe seguir haciéndolo y si no, es un buen momento para que comience a hacerlo, dependiendo de la edad serán unas u otras. Poner la mesa, barrer la cocina, fregar los cacharros. Las vacaciones son para todos pero las cuestiones domésticas no se van de vacaciones por tanto todos deben contribuir con ellas, no se trata de descargarnos de trabajo, sino de enseñarles nuevas responsabilidades.
- Si el curso ha ido bien a nivel académico, está muy bien que las tareas se vayan de vacaciones también. En vez de tareas sería interesante que fomentaran la lectura, que escriban relatos, que dibujen, pinten, hagan manualidades, que dediquen siempre un rato o más según la edad y actividad a estar tranquilos haciendo una actividad que estimule su interés y conocimiento.
- Si hay que reforzar materias escolares, no pasa nada por dedicar un rato a ello dentro de un horario organizado aunque flexible, pero un rato, sin sobrecargar, dejando siempre tiempo de ocio y si hay algún viaje de por medio de una semana, esa también se le dejará descansar. En este caso, más allá de las notas, es importante tener en cuenta el esfuerzo realizado durante el curso, si ha habido un esfuerzo grande y pese a ello los resultados no han sido buenos, sobrecargar con tareas en verano es bastante desaconsejable.
- Fomentar sus relaciones sociales permitiéndoles hacer planes con amigos que les posibilite seguir desarrollando sus habilidades sociales y de convivencia.
- Las actividades deportivas desarrollaran su psicomotricidad. Piscinas, canoas en ríos, bicicleta, volar cometas en la playa, hay montones de cosas que nos ofrece el verano para disfrutar.
- Las actividades creativas son fundamentales, y es en esta época cuando hay más tiempo para ellas. Eso desarrollará otras partes de nuestro cerebro que son importantísimas para el desarrollo.
- Cuando planifiques una salida, ten en cuenta a todos los miembros de la familia. Si todos han participado de la organización es más fácil que sea un tiempo de disfrute compartido por todos.
Miremos hacia el verano siempre como una oportunidad para fomentar los vínculos familiares, para pasar tiempo juntos, compartir actividades sin la presión del curso y el trabajo, con límites y normas, porque la vida los tiene, pero con la ilusión de que el cambio de rutinas nos proporcione muchos buenos momentos. Disfruta del verano con tus hijos. #eidem.