Seguro que has oído hablar de la terapia cognitivo conductual, pero ¿Qué conoces sobre ella? Aquí te damos algunas pistas.
Cuando llega un paciente a nuestra consulta con un malestar de tipo emocional, es como si llegara con una madeja de lana totalmente enrollada en la que ni siquiera se ven los cabos para empezar a desenredarla y hacer un ovillo ordenado.
Pero si en ocasiones ni el propio paciente sabe lo que le pasa, solo detecta su tristeza o su angustia ¿Cómo podemos ayudarle?
Analizando el problema
En la primera sesión, principalmente se deja hablar a la persona, que exprese su malestar y se descargue emocionalmente, esta descarga puede durar varias sesiones, irá disminuyendo según vayamos trabajando en dirección a sus objetivos.
El análisis del malestar sería como tomar esa madeja en nuestras manos y buscar algún cabo desde el que se pueda comenzar a trabajar. A veces, la demanda inicial es sólo la punta del iceberg del problema real, entonces hay que ir profundizando en el análisis hasta llegar a aquello que mantiene el problema, lo importante no es tanto por donde se empieza, si no empezar a desenredar.
Ayudando a ordenar la madeja
Cualquier respuesta emocional que sentimos, debemos estructurarla para poder trabajar con ella. Por respuesta me refiero a: Respuesta de tristeza, ansiedad, alimenticia, autoestima, inseguridad, miedo, social, o cualquier otro tipo que traiga a alguien a la consulta para ser ayudado en su proceso.
Esa estructura tiene 3 dimensiones:
Respuesta fisiológica: Gran protagonista en trastornos de ansiedad por el malestar que produce, pero presente también en casi todos los trastornos emocionales. Es la más visceral, procede nuestro sistema límbico, que es de donde parte nuestro instinto y la regulación de nuestras emociones. El sistema límbico forma parte de nuestro cerebro más primitivo. Solemos intervenir sobre esta respuesta directamente con técnicas de relajación, pero normalmente, solo esto no es suficiente para mejorar, aunque sí una parte muy importante.
Respuesta motora: Es lo que hacemos o dejamos de hacer. Nuestra conducta más visible. Aquí hay que detectar que patrones conductuales están contribuyendo a mantener o fortalecer el problema. Por ejemplo, las conductas de evitación en casos de ansiedad, obsesión o fobias, o la inactividad propia de los procesos depresivos, etc.
Respuesta cognitiva: Es la gran protagonista de nuestra intervención. En ocasiones las personas que acuden a vernos identifican sus pensamientos irracionales, pero otras veces no.
Según el grado de consciencia que trae el paciente sobre su problema, la intervención consistirá en identificar esos pensamientos, ver su irracionalidad o funcionalidad y después trabajar el auto debate de los mismos. A veces esos pensamientos son automáticos y llevan toda la vida formando parte del auto dialogo de la persona, lo que le ha podido ir destruyendo poco a poco.
Según los procesos cognitivos erróneos que se detecten en terapia se intervendrá de un modo u otro, a través de diferentes Herramientas, como son los registros, herramienta fundamental del psicólogo cognitivo o ejercicios concretos según el caso.
Esto es lo que se llama teoría tridimensional de la respuesta humana y que podrían ser los 3 cabos de los cuales se puede empezar a tirar para comenzar a ordenar ese ovillo emocional que venía tan desmadejado. La intervención en una de esas áreas afecta a las otras, por ejemplo si conseguimos con la relajación cierto control de nuestra respuesta de ansiedad, eso nos ayudará a tener pensamientos más racionales y a su vez, ser racionales disminuirá nuestra ansiedad.
Estas son las líneas generales de intervención en psicología Cognitivo Conductual, a partir de ahí la forma de trabajo y la mejoría dependerán del caso concreto, de la gravedad, de la implicación del paciente por superar su problema y por supuesto, de la alianza creada con su terapeuta.
Muchos pacientes se quejan de que su entorno no entiende, no valora, el gran esfuerzo que están haciendo por asistir a terapia y trabajar día a día por superar su problema. Vaya por delante mi admiración por todas aquellas personas que no se quedan ancladas en su queja, que luchan y trabajan por su felicidad. Si solo no puedes, déjate ayudar por profesionales. #eidem #terapia