La Atención Temprana es un servicio relativamente reciente que está tomando gran relevancia social en los últimos años.
Los programas de “Estimulación Temprana” tenían como objetivo proporcionar tratamiento desde los primeros años de vida a aquellos niños que tuviera alguna deficiencia física y/o psíquica.
En la actualidad, se ha convertido en un modelo de intervención que tiene en cuenta al niño, a su familia y a los distintos contextos en los que tiene lugar el desarrollo del menor. Se considera por tanto no sólo un servicio asistencial, sino también un servicio psicoeducativo.
Desde este nuevo enfoque, la Atención Temprana se dirige a toda la población infantil de 0-6 años, ya que es durante los primeros años de vida cuando el desarrollo infantil depende de las diferentes interacciones con el medio natural y social. Aunque esta interacción con el medio natural suele ser suficiente para garantizar un adecuado desarrollo integral, lo que buscamos con la Atención Temprana es proporcionar experiencias para que el niño pueda adquirir su máximo desarrollo potencial.
El objetivo en Atención Temprana es ayudar al menor junto con su familia a potenciar su desarrollo cognitivo y asegurarnos un desarrollo emocional satisfactorio, así como detectar y/o prevenir alteraciones o deficiencias que se puedan ir presentando. Permitiendo dar respuesta a las necesidades educativas individuales en esta primera infancia.
Teniendo en cuenta que esta primera etapa infantil es imprescindible garantizar una educación de calidad, es una oportunidad para prevenir y rehabilitar posibles dificultades que con el paso del tiempo pueden limitar su bienestar integral.
No cabe duda que el interés del sistema educativo por la Atención Temprana es cada vez más evidente. Los primeros años de la vida del menor tienen una importancia vital para su desarrollo. Dirigimos por tanto nuestra acción hacia la prevención.
Prevenir es adelantarnos a una dificultad. En eidem podemos ayudarte.