Cuando sentimos que necesitamos controlar a nuestra pareja para que no haya infidelidades, en realidad lo que nos pasa es que tenemos miedo a que la persona con la que nos estamos vinculando nos engañe o nos deje.
Cuando esto ocurre, nos guste o no están pasando 2 cosas principalmente:
No confiamos en nuestra pareja. Si confiáramos en ella no habría miedo, aunque un ejercito de bellezas lo rodeen. Si yo confío, no tengo nada de lo que preocuparme.
Es frecuente que tratemos de justificarnos diciendo que de mi pareja sí me fío, pero de su entorno no. La realidad es que no nos tenemos que fiar de su entorno, eso debería darnos igual ya que nadie va a obligar a mi pareja ja hacer algo que no quiera, por tanto, si yo confío en mi pareja, su entorno no es cosa mía.
Somos personas inseguras. En el fondo pensamos que no merecemos la pena y por tanto van a buscar a otra relación.
Esto tiene mucho que ver con nuestra autoestima, cuando nos valoramos poco, pensamos que los demás tampoco nos dan valor y por tanto nuestra pareja acabará dándose cuenta y elegirá a otra persona.
Si tu pareja quiere serte infiel, lo va a ser, hagas lo que hagas. No sirve de nada tener esas conductas de control como revisar su móvil, mandarle mensajes cuando está con amigos, preguntas constantes, buscar evidencias de posibles tonteos con otras personas. Nada de eso sirve, si quiere estar con otra persona, estará y da igual lo que tu hagas.
Por tanto, si no tienes ninguna evidencia de que tu pareja te sea infiel, simplemente confía y si algún día tienes evidencias de otra cosa, entonces decide lo que quieres hacer, pero tienes que tener claro que tu conducta no va a conseguir fidelidad en tu pareja..
Vive tu vida en pareja desde la seguridad y la confianza. Si la persona con la que compartes tu vida, no merece esa confianza por tu parte ¿Qué futuro tendréis? ¿Vas a controlarlo toda vuestra vida?
Deja que tu pareja sea libre y siéntete feliz de que, desde su libertad, te elija cada día, porque eres con quien quiere estar, porque te valora y porque la relación merece la pena.
Si la fidelidad de tu pareja depende de tu control, el futuro será muy tortuoso. Déjale ser quien es, conoce su lado bueno y el menos bueno y decide si es la persona con la que quieres compartir tu vida, pero no vivas controlando ni queriendo cambiar al otro. Nadie cambia por un exceso de control.
Si sientes esa necesidad no lo consideres como algo normal, no cedas a ese impulso, cuida tu relación de pareja.