Es un hecho innegable la importancia que tienen para las personas el tener un bienestar en sus relaciones interpersonales.
Ya hay numerosos estudios que indican los efectos negativos que tenía sobre los niños el haber sido separados de sus padres y la importancia también de los lazos entre madre e hijo (Bowlby).
La conducta de apego tanto en humanos como en animales se forma desde la infancia (en el primer año de vida). Durante la adolescencia y en la edad adulta esta conducta puede sufrir cambios, pero la conducta en si permanece activa.
Pero ¿Qué es el apego?. Según Bowlby (1980) es un sistema de control, es decir, un mecanismo que adapta nuestra conducta y los fines y necesidades del momento. Son “instintivas”, funcionan como un programa de ordenador.
Por ejemplo, el deseo de un niño de contacto con su figura de apego no es constante y depende de muchos factores. Si el niño se siente amenazado buscara a su figura de apego, sino, se dedicara a explorar el entorno.
Para poder entonces activar o desactivar el sistema de apego el niño/a debe crear un modelo de las figuras de apego y de si mismo. Por ello de la importancia de las figuras del apego, que transmiten al niño/a desde casi su nacimiento.
A través de esa entrada y salida al mundo exterior el niño/a se va construyendo modelos tanto del mundo como de las personas significativas para el.
Los modelos internos tienen tendencia a la estabilidad, es decir, es probable que se mantengan desde la infancia hasta la edad adulta aunque siempre pueden ser modificados.
Según la teoría del apego (Bowlby, 1988) los afectos, las expectativas sobre las relaciones y las emociones experimentadas, están basadas en representaciones de experiencias que ocurrieron en el pasado. El estilo de apego por tanto se encarga de regular y organizar los afectos y las emociones tanto positivas como negativas tanto de uno mismo como con los otros.
Las personas con un estilo seguro presentan emociones y memorias tanto positivas como negativas pero su nivel de distorsión con la realidad es pequeño. Suelen ser personas que tienen representaciones positivas de si mismo y de los otros.
Por el contrario las personas con estilo de apego inseguro tiene “desactivado” el sistema de apego y consideran inaccesibles a sus figuras de apego. También en este estilo se encontrarían las personas que tienen “hiperactivacion” del sistema de apego que les hace estar hipervigilantes ante sus figuras de apego pretendiendo tenerlas siempre bajo control.
Si no se establece un adecuado apego, en la edad adulta nos encontramos con personas desvalorizadas, temerosas, que evitan las relaciones íntimas o las relaciones les generan ansiedad excesiva.
En clínica es interesante conocer este dato y ahondar en ocasiones en cómo se ha establecido el apego de nuestros pacientes, pues eso da la explicación a muchos malestares que nos trasladan los pacientes.
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