Historia de las dos semillas
"Dos semillas estaban juntas en el suelo primaveral y fértil.
La primera semilla dijo:
—¡Yo quiero crecer! Quiero hundir mis raíces en la profundidad del suelo que me sostiene y hacer que mis brotes empujen y rompan la capa de tierra que me cubre… Quiero desplegar mis tiernos brotes como estandartes que anuncien la llegada de la primavera… ¡Quiero sentir el calor del sol sobre mi rostro y la bendición del rocío de la mañana sobre mis pétalos!
Y así creció.
La segunda semilla dijo:
—Tengo miedo. Si envío mis raíces a que se hundan en el suelo, no sé con qué puedo tropezar en la oscuridad. Si me abro paso a través del duro suelo puedo dañar mis delicados brotes… Si dejo que mis capullos se abran, quizá un caracol intente comérselos… Si abriera mis flores, tal vez algún chiquillo me arrancara del suelo. No, es mucho mejor esperar hasta un momento seguro.
Y así esperó.
Una gallina que, a comienzos de la primavera, escarbaba el suelo en busca de comida encontró la semilla que esperaba y sin pérdida de tiempo se la comió."
Patty Hansen
Los miedos nos pueden condicionar la vida de tal manera que nos limitan nuestro día a día.
Podemos tener miedo a las relaciones sociales, a cambiar de trabajo, a viajar,a separarnos…tomando la decisión de no hacer , de no avanzar.
El miedo no es más que la diferencia entre lo que pienso que necesito para resolver la situación y las herramientas que creo que tengo para resolverlo. Si tengo la percepción de que esa diferencia es grande, posiblemente evite enfrentar la situación.
La evitación es una conducta muy utilizada pero que no resuelve, sólo aplaza.
Por otro lado, el hecho de creer que para hacer las cosas debemos tenerlo todo controlado también nos limita, porque raramente eso va a suceder.
Tenemos que aprender a confiar en nuestros recursos y aceptar que las cosas pueden salir bien aunque no salgan perfectas.
Que para aprender tenemos que equivocarnos y las equivocaciones son parte del aprendizaje. Ensayo y error es una de las fórmulas de saber lo que funciona.
Para superar nuestros miedos hay que ser capaz de enfrentarlos. Descubriremos que no son tan fieros como creíamos y que cada vez somos más hábiles para superarlos.
Seamos la semilla que florece enfrentando las adversidades y no la que desaparece sin saber lo que hubiera podido brillar..
En eidem podemos acompañarte