Se suele entender bien porqué ante un robo en casa o en la calle, podemos entregar lo que nos piden sin resistencia. Se puede entender también, por qué cuando alguien sufre una paliza por parte de una o varias personas no se defiende, se queda tumbado hecho un ovillo esperando a que paren, pero nadie piensa que eso es consentimiento ¿a que no?
AGRESIÓN SEXUAL
En el caso de las agresiones sexuales, donde la inmensa mayoría de las víctimas son mujeres, es donde se cuestiona la no resistencia, se aplican otros criterios de modo que se entiende como consentimiento:
· “Ella no dijo nada”
· “Parecía disfrutar”
· “Vino voluntariamente”
· “No se resistió”
· “Llevaba minifalda”
Parece que todo eso y otros discursos sin sentido, dan derecho a agredir, es más, ni siquiera la justicia habla de agresión en ese caso, sino de abuso, poniéndoselo muy fácil a quien agrede y haciendo que, en muchos casos, las propias víctimas se culpabilicen por no haber peleado durante la agresión, por haber sido amables, por haberse maquillado o por la ropa que llevaban.
NO IMPLICA CONSENTIMIENTO
Tengámoslo muy claro:
Que una chica sea agradable con un chico o intente atraerle no significa que quiera tener relaciones sexuales con él.
Que ella busque intimidad, no implica que quiera una relación sexual.
Que una noche quiera acostarse con un chico, no significa que siempre vaya a querer.
El silencio no es un sí, si la respuesta de ella es ambigua lo lógico es parar y preguntar abiertamente, ante la duda, mejor dejarlo.
Tener una relación de pareja, no da derecho a tener sexo con tu pareja sin su consentimiento. El sexo no es un deber de la pareja. El chantaje es una forma de violencia.
Da igual a que punto de juego sexual se haya llegado, la otra persona siempre tiene derecho a parar.
Que haya bebido alcohol o consumido drogas, no implican consentimiento.
INHIBICIÓN DE LA RESISTENCIA
Pueden ser varios los factores del bloqueo, que inhiben la respuesta defensiva ante una agresión sexual, básicamente los mismos que cuando sufrimos otro tipo de agresión como un atraco o robo con intimidación y que nadie cuestiona.
Miedo a que la resistencia aumente el comportamiento violento de su agresor.
Intimidación física por superioridad numérica, de tamaño o fuerza.
Amenazas a su integridad física o incluso a la de familiares si intenta resistirse.
Deseo de que todo acabe cuanto antes.
Algunas drogas inhiben la voluntad y la capacidad de defenderse.
Es lamentable tener que explicar una y otra vez porqué una mujer puede no resistirse a una agresión sexual y no por ello estar consintiéndola.
¿De verdad no se entiende? ¿hay quien piensa que si en una agresión, no hay resistencia es porque hay consentimiento? Este pensamiento, este cuestionamiento a las mujeres víctimas de violencia es una forma más de comportamiento machista, que debemos seguir luchando por erradicar.
Hay muchas formas de violencia de género, la pueden ejercer amigos, conocidos, familiares, jefes, compañeros, hombres que consideran a las mujeres como objetos de categoría inferior que pueden utilizar a su antojo. Por supuesto que la mayoría de los hombres no son agresores y establecen una relación de respeto con las mujeres, pero cuando no es así, el daño es enorme y difícil de reparar.
Desde eidem queremos apoyar la educación en respeto e igualdad, porque es clave para detener la violencia de género.
Dejemos claro que sólo sí, significa sí. Si eres o has sido víctima de violencia de género, no te calles, no te culpes, déjate ayudar. #eidem #violenciadegenero #agresionsexual #solosiessi #niunamenos