El duelo tras una ruptura amorosa es el proceso emocional por el que pasa toda aquella persona que ha finalizado su relación de pareja. Es un tiempo de adaptación a una nueva realidad en la que hay que hacer ajustes hasta volver a encontrarse bien.
Este periodo es bastante complejo y pasa por diferentes fases que no siempre son las mismas ni tienen igual duración, eso dependerá de las personas, el punto en el que se encontraban respecto a la relación, la forma en que se ha producido esa ruptura, etc. Es importante tener las cosas claras y hacer una buena ruptura para que no se cronifique el duelo.
Podemos definir varias etapas
NEGACIÓN
Aparece inmediatamente después a la ruptura. Es un momento de inseguridad e incredulidad, no estamos seguros de lo que ha pasado ni de si será un arrebato o todo volverá a empezar de nuevo. Si esta fase lleva aparejado un cese de convivencia, el duelo será difícil iniciarlo hasta que la separación física se haya producido.
En ocasiones sentimos una especie de anestesia emocional, el dolor de la ruptura nos hiere tanto que no pensamos para intentar no sentir y ponemos una especie de distancia emocional al hablar de ello. Es un mecanismo de defensa momentáneo que acaba por caer cuando la realidad se impone.
TRISTEZA
Cuando tomamos conciencia de que la ruptura es real y que esa persona con al que habíamos construido muchas ilusiones ya no está a nuestro lado sentimos un gran dolor, desilusión, cansancio, falta de apetito y falta de fuerzas para salir a la calle y hacer una vida normal. Todos nuestros pensamientos giran en torno a la pérdida.
Esta es una etapa necesaria para superar el proceso, la duración es muy variable. La terapia ayuda a modificar el foco y mirar hacia el futuro, en vez de rememorar una y otra vez conversaciones y momentos felices.
MIEDO
Esta fase a veces se mezcla con la anterior, pero cuando vamos avanzando aparecen miedos irracionales, como el miedo a estar solos, a no olvidar nunca a la expareja, a no ser capaces de seguir adelante sin ella.
En esta fase también aparecen sentimientos de culpa, buscamos posibles errores que hayamos podido cometer y que pudiéramos reparar para poder recuperar esa relación.
Buscamos señales de que nuestra expareja pueda estar mal o echarnos de menos, para alimentar la esperanza de una reconciliación. El miedo nos hace muy vulnerables y es un momento delicado en el sentido de buscar de vuelta una relación que no funciona.
IRA O ENFADO
Tras el sufrimiento de fases anteriores por fin empezamos a sentir que no debemos seguir culpándonos, que la responsabilidad fue como mínimo de ambos.
Es una etapa de empoderamiento insano, ya que no llega desde la paz interior, sino desde el rencor y el enfado.
Esta fase suele estar muy alimentada desde el entorno cercano que suele llevar tiempo posicionándose a nuestro lado y vertiendo opiniones en contra de nuestra ex pareja. A veces podemos pasar mucho tiempo en esta fase y no es sano ya que alimenta el odio a la otra persona, por no haber luchado por la relación, por no habernos tratado como merecemos. Es una fase de recordar las malas experiencias vividas para reafirmarnos en la ruptura.
INTROSPECCIÓN
Esta fase está llena de emociones intensas, buenas y no tan buenas. Aquí recodamos con añoranza ciertas cosas de la vida de pareja, de tener con quien compartir, de momentos íntimos y profundos de pareja. Podemos pensar en como nos gustaría que fuese una nueva relación en las cosas que consentiría y en las que no.
Vamos abandonando la ira, dejamos de focalizarnos en la persona que ya no es nuestra pareja para empezar, desde la serenidad a soltar a el pasado y a mirar adelante.
Es frecuente en esta fase verbalizar la idea de no querer tener nueva pareja, no por temor, si no por querer centrarse en uno mismo y crecer personalmente.
Cuando llegamos a la aceptación alcanzamos esa paz, en la que ya no hay odio, si no en todo caso reflexión sobre lo que fue bien y mal, pero ya sin dolor, sin odio, desde el respeto por uno mismo y por el otro.
El duelo es un proceso por el que hay que pasar cuando hay una pérdida personal y dependiendo de las circunstancias requieren más o menos tiempo. La terapia ayuda a ir pasando por esas fases con apoyo y a no anclarse en fases dolorosas más tiempo del preciso. Si sientes que te estás estancando, pide ayuda. #dueloamoroso #fasesdeldueloamoroso #dueloenrupturadepareja #eidempsicologia #pisocologos guadalajara