La inmersión en la era digital ha sido muy rápida, eso dificulta el establecimiento de límites entre lo que es correcto o no. No están muy claras las intenciones cuando se interacciona en redes sociales y podemos disfrazar de inocentes, conductas que no lo son tanto. Muchos problemas de pareja empiezan ahí y muchas relaciones acaban también ahí.
LA CULPA
A veces llegan pacientes a consulta sintiéndose culpables por sentir celos cuando pareja interacciona con fotografía de gente atractiva que les gusta. Su pareja les ha dejado claro que no deben preocuparse, que nunca ha pasado nada ni va a pasar, que sólo les gusta la foto. Llegan con la preocupación de saber si tienen algún trastorno de celos patológicos por sentirse mal ante esto. No entienden el porqué de sus celos si sienten que confían en su pareja.
TIPOS DE INTERACCIÓN
No todas las interacciones son iguales. Podemos establecer 3 más frecuentes. Aunque hay otras más explícitas, que no dejan lugar a dudas y por tanto, no generan más conflicto que la ruptura.
Amistosas: Mi pareja puede tener amigas o amigos de su pasado, incluso exparejas de tiempo atrás, con las que tiene relación o con las que interacciona en Instagram sin ninguna connotación íntima sexual o de deseo, eso es sano y no altera el respeto entre la pareja.
Suelen ser mensajes públicos de afecto o cualquier emoción positiva que no va más allá.
De seducción o juego: Son interacciones menos inocentes, pese a que no haya habido contacto físico. Cuando la pareja da like o envía emojis con fueguitos o interjecciones a publicaciones de personas atractivas o sugerentes, está mostrando otras intenciones.
En algunos casos se puede quedar en un juego de seducción sin más y en otros puede dar lugar a
infidelidades posteriores.
Este tipo de interacciones no se suelen hacer abiertamente de forma pública comentando
publicaciones. Aunque veces también, si su pareja no sigue a esa persona y creen que no la va a ver.
Pero es más frecuente hacerlo respondiendo a historias en sus buzones privados.
Con gente famosa: Es muy típica, son personas inaccesibles. No entendemos por qué sentir celos cuando sabemos que nada va a pasar, sin embargo, el mensaje de fondo es: «ojalá pudiera», y eso no es respetuoso con la pareja.
Cuando descubrimos que nuestra pareja ha interactuado con personas que le pueden gustar, siempre tratarán de disfrazar sus interacciones como amistosas. Eso nos hace dudar de si estamos teniendo una conducta celotípica y estamos viendo fantasmas donde no los hay, suelen aparecer sentimientos de culpa.
LA BARRERA DE LA PANTALLA
Tener una pantalla delante a veces nos hace sentir que lo que ocurre al otro lado es irrelevante, que no forma parte de nuestra vida real, y con esa impunidad hacemos cosas que no haríamos sin esa barrera.
Sin embargo, la verdad es que la vida virtual forma parte importante de nuestra realidad, a la que dedicamos mucho tiempo al día, por tanto, esas interacciones no son irreales o ficticias, son nuestra vida real. Estamos interaccionando con fotografías de otras personas, dejando claro que nos gusta, que nos atrae ¿Con que fin?
Es importante preguntarse:
¿Me molestaría si mi pareja hiciera lo que yo estoy haciendo?
¿Haría lo mismo en la vida real?
¿Si estáis juntos y veis a alguien atractivo os giráis a comentarle lo sexi que es o lo bien que le queda determinada ropa?
¿Me enfadaría si alguien interaccionase con mi pareja como yo lo hago con otras personas que me gustan?
Más allá de si esto es una infidelidad o no, lo que está claro es que, en una relación cerrada, este tipo de conductas suponen una falta de respeto hacia la persona que es tu pareja.
CÓDIGOS DE PAREJA
Este aspecto es importante ya que cada pareja es diferente y lo que es válido en una relación puede no serlo en otra. Cada pareja sabe cuáles son los límites de la suya.
Incluso en las parejas abiertas donde es lícito tener relaciones íntimas con personas fuera de la relación, suele imperar el código de la sinceridad, es decir, no hacerlo a escondidas. Ahí es más fácil hablar abiertamente de esas interacciones porque no afecta del mismo modo a la relación, pero esto no es lo habitual.
Si este tipo de conductas no tienen cabida en los códigos de tu relación, entonces tu pareja se está saltando un límite y tienes derecho a decírselo y a expresar como te hace sentir. Pero cuidado porque los cambios que haga tu pareja no los puedes decidir tú, sino tu pareja. Tú le puedes pedir, si no hay cambios, entonces tú decides si te quedas o te vas. Ahí sí tienes todo el poder, porque la decisión es enteramente tuya.
Otra reflexión interesante sería pensar si quiero mantenerme en una relación con una persona que “juega” a la seducción o tontea virtualmente a mis espaldas, con gente con la que potencialmente me podría ser infiel. A veces esa información es suficiente para salir de ahí, no te conformes con menos de lo que mereces. Si no recibes en tu relación, el respeto que mereces, quizá debas pensar que no estás en el lugar correcto ni con la persona adecuada.
Que podamos sentir atracción hacia otras personas teniendo pareja es absolutamente normal, pero ir más allá, jugando a seducir a otras personas con o sin pantalla no lo es. En internet, no vale todo.