Las nuevas tecnologías, el confinamiento y la conciliación laboral y familiar han llevado a muchas familias a no tener más remedio que dejar a sus hijos durante horas con tablets, televisión, videojuegos, etc.
En un primer momento, estos espacios en los que nuestros hijos se encuentran entretenidos nos ayudan a poder seguir con nuestras responsabilidades, pero, otras muchas veces, nos preocupa el pensar que pueda ser negativo para ellos. Es normal, que podáis tener estos sentimientos contradictorios, e incluso, llegar a tener sentimientos de culpabilidad.
En verano, además, es normal perder algunas rutinas, pero debemos intentar que esto sea solo en semanas de vacaciones, pues si no, se puede convertir en un conflicto constante en la dinámica familiar.
Para mejorar y poder tener algunas normas respecto al uso de las nuevas tecnologías, os dejamos algunos consejos que os puede ayudar a mejorar la relación con vuestros hijos en relación con el uso adecuado de las pantallas:
1. Establecer horarios fijos, concretando los días y horas de uso. La asociación española de pediatría aconseja:
- 0-2 años à Nada de pantallas
- 2-5 años à Entre media y una hora al día
- 7-12 años à Una hora al día con un adulto delante.
- 12-15 años à Una hora y media al día.
- +de 16 años à Dos horas al día.
2. Se deben utilizar en zonas comunes, nunca en habitaciones u espacios donde nuestros hijos se encuentren solos.
3. Debemos supervisar el contenido, con el fin de que sea acorde a la edad del niño.
El “código PEGI” que podemos encontrar en los videojuegos, nos indica la idoneidad de estos en función de la edad.
También, podemos hacer uso del control parental a partir de programas específicos que se instalan en los dispositivos electrónicos que nos ayudan a regular y controlar el uso y el contenido de estos. En este link podréis encontrar algunos recursos para el control parental: https://www.eidem.es/post/nuevas-tecnolog%C3%ADas-pautas-y-aplicaciones-para-un-uso-adecuado
4. No se deben usar en las comidas, ni antes de irse a dormir, ya que la luz a que afecta al sueño.
5. Las pantallas o los dispositivos que hay en casa deben ser de los padres, nunca de los hijos. Se debe evitar regalar a los niños estos dispositivos, ya que estos tienen un sentido de propiedad de forma inconsciente, lo que les hace sentir dueños y elegir el tipo de uso.
6. Si el momento de apagar la pantalla supone un enfado o frustración, tendremos que analizar qué pasa. Para ello podemos preguntarnos:
- ¿Utiliza demasiadas horas las pantallas al día?
- ¿Su uso es adecuado para su edad?
- ¿Le pone demasiado nervioso?
- ¿Suele enfadarse al finalizar su uso?
- ¿Hay una rutina establecida?
7. No hay que utilizarlas como premio o castigo. Muchas veces, como sabemos que es lo único que funciona, castigamos y premiamos con el uso de las tecnologías. Esto es un error, pues nos contradecimos a nosotros mismos si queremos que haya unas normas, saltándonoslas. Además, el hecho de premiar conductas con tecnología, supondrá que sólo realizará sus responsabilidades si a cambio recibe un premio, que en este caso seria las pantallas, no fomentando la autonomía y responsabilidad personal.
8. Podemos realizar un contrato, donde lleguemos a acuerdos con nuestros hijos con los que puedan responsabilizarse de su uso. Esto supondrá, que en función del buen o mal uso, podrá jugar el tiempo acordado o no. Nos ayuda a poner límites, sin necesidad de castigar.
9. Tu eres el ejemplo a seguir, dejas las pantallas a un lado y busca espacios donde compartir momentos en familia a partir de juegos de mesa, manualidades, deporte…
Si tienes alguna dificultad con tus hijos y ves que es momento de pedir ayuda, no dudes en contactar con el equipo de EIDEM, estaremos encantadas de ayudaros. No es fácil desaprender lo aprendido