Uno de los problemas principales a la hora de relacionarnos con otras personas es la comunicación verbal. Sin querer, podemos cometer errores a la hora transmitir la información si no somos capaces de salirnos de nosotros mismos y colocarnos en el lugar de la persona que escucha.
A veces, cuando tenemos muy claro lo que queremos transmitir, tendemos a reducir el mensaje y damos por supuesto que la otra persona va a interpretar lo que decimos de forma correcta. Pero, la persona que escucha no está en nuestra cabeza, ella tiene sus propias experiencias que le pueden llevar a dar otra interpretación de lo que escucha.
Unos pequeños consejos para tratar de minimizar los errores de la comunicación:
Ser claros y concretos sobre lo que queremos decir.
Utilizar palabras sencillas y evitar el sarcasmo y la doble intención.
Dar suficientes explicaciones y poner ejemplos.
Hacer preguntas de control para ver si la otra persona entiende lo que le decimos.
Dejar espacio para que la otra persona se exprese y poder conocer su punto de vista.
Y si es necesario, pedirle que nos repita lo que le hemos dicho para asegurarnos que el mensaje lo ha entendido.
Las habilidades de comunicación se pueden aprender y desarrollar y pueden ser fuente de bienestar si sabemos comunicarnos de forma adecuada.
“Al éxito por la práctica”